miércoles, 30 de enero de 2008

El día de la marmota.

Hoy es de esos días el los que me ha costado un triunfo levantarme y hacerlo ha sido realmente un acto heroico. Estaba de buen humor, así que lo he achacado al cansancio físico o a haber sido poseido por una marmota... Y de repente me acordé de un mail sobre marmotas que nos envió mi amigo Josetxu a una cuadrilla de amigos que compartimos algo más que la pasión por el coaching. Como no tiene desperdicio, he pensado traerlo al blog:
Hemos comentado varias veces entre los compañeros del trabajo la conocida película "El día de la marmota", en España titulada "Atrapado en el tiempo". Hoy, una vez más, recordamos con gracia la agobiante situación de Bill Murray, tratando de sobrevivir al 2 de febrero (día que se repite y se repite). En ese día del año, se celebra el Groundhog Day y un gran número de norteamericanos, procedentes de diferentes sitios, se dan cita para estudiar la conducta de la marmota, que les sirve para pronosticar cuando terminarán los fríos días de invierno.


El protagonista Bill Murray cae en la cuenta de que los días se repiten y cada mañana descubre con horror que su radio- despertador suena con las repetitiva música de "I've got you babe", abriendo el mismo programa de radio y comprobando que sigue atrapado en un bucle temporal. Los días se repiten en todas las situaciones, con los mismos personajes y hasta el mínimo detalle, por lo que Bill decide empezar una relación con Andie McDowell. Hoy al comentar de nuevo esta historia con mis compañeros me hice una pregunta diferente :
¿qué tiene que ver con el coaching, con mi papel en el trabajo, e incluso con mi papel en la vida?
Así, empecé a encontrar interpretaciones diferentes. Esto de los días que se repiten, semejantes, con las mismas situaciones, los mismos personajes, los mismos argumentos, los mismos problemas y parecidas soluciones (como se plantea en la película), se parece mucho a la realidad de todos los días, tanto profesional como personal (pero sin Andie McDowell). Desde esta nueva perspectiva, Bill trabaja una extraordinaria adaptación al cambio, asume el compromiso de la dirección de su vida y empieza a practicar el método 'ensayo- error', superando los fallos y aprendiendo de ellos. Para alcanzar su meta, Bill cambia algo cada día y empieza a observar como empieza a conseguir un resultado diferente.
De esta forma, ese día repetitivo, cada día lo vive un poco mejor que el anterior. Cuando se repite de nuevo el día siguiente, se enfrenta a un nuevo cambio, un nuevo reto, que Bill empieza a ver positivo. Día a día, va mejorando sus comportamientos, sus acciones y empieza a transformarse a sí mismo. Cada pensamiento lo va transformando en un plan de acción y cada error va apuntando hacia el éxito del día siguiente.
¿Conclusiones?
Esto lo dejo para vosotros, porque cada uno encontrará su verdad y sería muy interesante compartir las que vamos encontrando.
¡¡¡Gracias Josetxu!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

en parte cada dia es así, nos enfrentamos a la rutina de esa manera, y en ocasiones desespera acostarse sin haber superado un obstaculo por haber evitado enfrentarnos a él, a así un dia y otro hasta que se te atraganta y tu autoestima se cree que es que no puedes, o lo peor que "eres así"