"Sube la bolsa, baja el pescado" decían Tip y Col en su programa setentero de humor cuando la televisión empezaba a las 2 de la tarde y el zapping sólo se podía hacer de la primera al UHF (siendo el mando a distancia el hermano menor).
Hoy, tras el lunes negro, parece que volvío la calma... pero la vida sigue. Ayer estuve con un par de viejos amigos que están enfrentando un trauma familiar duro por lo grave e inesperado y la tormenta económica carecía de sentido (y eso que uno de ellos es redactor de un periódico económico).
Como dice M Ricart, las tormentas en el mar, sólo afectan en la superficie, pero la masa de agua llega hasta el mismo fondo, dónde sólo hay tranquilidad y silencio. Es en los momentos de crisis cuando nos porponemos buscar esa calma, por necesidad psicológica (creo) mas que por convencimiento.
¿Por qué esperar a enfrentarnos a una enfermedad, a la muerte de un ser querido, a un despido en el trabajo o un problema económico para bucear por la inmensidad de nuestro verdadero ser? Quizas si aprendemos a habitar allí, subir a la superficie se haga mas fácil, divertido e indoloro; quizás allí resida la felicidad.
Hoy he desayunado con la trágica noticia de la muerte del actor Heath Ledger uno de los apuestos baqueros de Brokeback Montain y que hará de Joker en la próxima entrega de Batman. Trágica porque pese a su aparente éxito, estaba sumido en una depresión. Enseguida me acordé de la lección que me dió el sábado la Psicoanalísta y sin embargo amiga Patricia Rojo sobre los "significantes amo" SER y TENER.
Parece evidente que nos hemos instalado en el tener, victimas de la sociedad capitalista en la que vivimos. Nos olvidamos muchas veces de lo que somos porque estamos enganchados a conseguir lo que no tenemos o conservar lo que ya conseguimos. Vivimos así en una jaula de barrotes de oro que nos priva de la libertad a cambio de oropeles.
Por motivos familiares, tuve que ir el domingo al cementerio. Confieso que no me gustan mucho, pero en este caso, como otras veces, sí que saqué una reflexión clara en cuanto a mis significantes amo y te traslado una inquietante y poderosa pregunta:
¿qué harias hoy si supueras que morirás el viernes que viene a las 23.59h?
mi coach me pondría la guinda una vez superado el impacto inicial de tan demoledora pregunta:
No dejes que termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco mas feliz,sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho deexpresarte que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vidaalgo extraordinario... No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo... Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y tambien es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte enprotagonistas de nuestra propia historia...
Pero no dejes nunca de soñar, porque sólo a través de sus sueñospuede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio.La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes...
No traiciones tus creencias.
Todos necesitamosaceptación, pero no podemos remar encontra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tenerla vida por delante...
Vívela intensamente, sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro y enenfrentar tu tarea con orgullo, impulso y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte...
No permitas que la vida te pase por encima sin que la vivas..."
Aunque razonara, ¿ de qué me serviría ?, No me es posible ocultar lo que soy. Debo estar triste si tengo motivos y ninguna broma me hace sonrreir. Debo comer si tengo hambre sin tener que esperar a nadie. Dormir cuando me viene el sueño sin atender asuntos de nadie. Y reir cuando estoy alegre ignorándo el humor de todos los demás. (…)
W. Shakespeare (Mucho Ruido y Pocas Nueces)
¿Qué pasa con el líder cuando tiene un mal día? ¿Cómo conseguir una dedicación activa y una atención estratégica si tu mente está llena de secuelas de escarmuzas domésticas o dramas personales?
Parece siempre hayan de saber superar ese estado y centrarse, con entrega y vocación de servicio; pero creo que hay que pensar en ello antes de que nos suceda, o practicarlo cuando nos encontremos en esa situación.
Se puede intentar compartimentar, hacer trabajo emocional, resolver los conflictos... y de vez en cuando, no está mal hacer caso a Shakespeare y tomar un tiempo para uno mismo para sanar las heridas y recuperar el aliento. Y si es posible, pedir ayuda.
Nuestro miedo más profundo es reconocer que somos inconcebiblemente poderosos. No es nuestra oscuridad, sino nuestra luz, lo que más nos atemoriza. Nos decimos a nosotros mismos: "¿Quién soy yo para ser alguien brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?". Pero en realidad, ¿quién eres tú para no tener esas cualidades? Empequeñeciéndote no sirves al mundo. No tiene sentido que reduzcas tus verdaderas dimensiones para que otros no se sientan inseguros junto a ti. Hemos nacido para mostrar la luz que reside en nuestro interior. Y no únicamente en algunas persona, sino en todos nosotros. Y a medida que permitimos que nuestra luz se irradie, sin darnos cuenta estamos permitiendo que otras personas hagan lo mismo. Al liberarnos de nuestros propios miedos, nuestra presencia automáticamente libera a otros.
“Our deepest fear is not that we are inadequate.
Our deepest fear is that we are powerful beyond measure.
It is our light, not our darkness that most frightens us. We ask ourselves, Who am I to be brilliant, gorgeous, talented, fabulous?
Actually, who are you not to be?
Your playing small does not serve the world.
There is nothing enlightened about shrinking so that other people won't feel insecure around you. We are all meant to shine, as children do.
It's not just in some of us; it's in everyone.
And as we let our own light shine, we unconsciously give other people permission to do the same.
As we are liberated from our own fear, our presence automatically liberates others.”
by Marianne Williamson from A Return To Love: Reflections on the Principles of A Course in Miracles ;1992
Realmente este texto da la clave de muchas vidas infelices, insatisfacciones y limitaciones. Me parece magnífico hacer el ejercicio de pensar en nuestra verdadera dignidad y la obligación que tenemos con ella. Todos nos empequeñecemos, a veces por miedo otras para no parecer mas que los demás, la culpa y la falsa modestia nos hace muchas veces infelices.
Parece que sea una creación nuestra y la luz de ese tunel se encuentra mas cerca de lo que pensamos: en nuestro interior.
Te invito a que encuentres un momento de introspección en el que con tranquilidad puedas sentir orgullo de tu existencia, de todo lo que has hecho bien y del aprendizaje que has encontrado en lo que no hiciste, de la grandeza de tu persona, de todo el amor que has generado a tu alrededor y que llegues a la conclusión de que realmente eres un ser maravilloso; de eso no me cabe la menor duda, si tu la tienes, profundiza y mira debajo de la máscara, no temas a tu grandeza y compártela. Yo por mi parte, intentaré lo mismo.
La inacción es nuestra forma de negar la vida y consiste en sentarse delante del televisor cada día durante años porque te da miedo estar vivo y arriesgarte a expresar lo que eres. Expresar lo que eres es emprender la acción.
Puede que tengas grandes ideas en la cabeza, pero lo que importa es la acción.
Una idea, si no se lleva a cabo, no producirá ninguna manifestación, ni resultados ni recompensas.
La historia de Forrest Gump es un buen ejemplo. No tenía grandes ideas, pero actuaba. Era feliz porque hacía lo máximo que podía en todo lo que empren día. Recibió importantes recompensas que no había esperado. Emprender la acción es estar vivo.
Es arriesgarse a salir y expresar tu sueño. Esto no significa que se lo impongas a los demás, porque todo el mundo tiene derecho aexpresar su propio sueño.
Hacer lo máximo que puedas es un gran hábito que te conviene adquirir. Yo hago lo máximo que puedo en todo lo que emprendo y siento. Hacerlo se ha convertido en un ritual que forma parte de mi vida, porque yo escogí que así fuese. Es una creencia, como cualquier otra de las que he elegido tener. Lo convierto todo en un ritual y siempre hago lo máximo que puedo. Para mí, ducharse es un ritual; con esta acción le digo a mi cuerpo lo mucho que lo amo. Disfruto al sentir el agua correr por mi cuerpo.
Hago lo máximo que puedo para que las necesidades de mi cuerpo se vean satisfechas, para cuidarlo y para recibir lo que me da.
En la India celebran un ritual denominado puja. En él cogen unas imágenes que representan a Dios de muy diversas maneras y las bañan, les dan de comer y les ofrecen su amor. Incluso les cantan mantras.Las imágenes no son importantes en sí. Lo que importa es la forma en que celebran el ritual.
Es dejar de ir al pasado y vivir el momento presente, aquí y ahora. Sea lo que sea que la vida te arrebate, permite que se vaya. Cuandote entregas y dejas ir el pasado, te permites estar plenamente vivo en el momento presente. Dejar ir el pasado significa disfrutar del sueño que acontece ahora mismo.
Si vives en un sueño del pasado, no disfrutas de lo que sucede en el momento presente, porque siempre deseas que sea distinto. No hay tiempo para que te pierdas nada ni a nadie, porque estás vivo. No disfrutar de lo que sucede ahora mismo es vivir en el pasado, es vivir sólo a medias. Esto conduce a la autocompasión, al sufrimiento y las lágrimas.
Extraído del Libro“Los Cuatro Acuerdos”del Dr. Miguel Ruiz.