lunes, 3 de marzo de 2008

Esta vida terrenal

En nuestra vida terrenal es difícil recordar que somos espíritu y no simples cuerpos físicos. Constantemente nos distraen, las ilusiones y desilusiones de este mundo. Nos enseñan que el dinero y el poder, el prestigio y las posesiones materiales son de suma importancia y a veces incluso el motorde nuestras vidas. Nos enseñan que para ser felices tenemos que lograr que los demás nos aprecien y nos respeten, estar solos, nos dicen, es ser desgraciados. En realidad somos seres inmortalesque nunca se separan energéticamentede los que amantenemos almas gemelasy familias espirituales que son eternas.


Los espíritus guardianes nos guían y nos aman siempre; nunca estamos solos. Al morir no nos llevamos las cosas que poseemos. Nos llevamos nuestros actos y nuestras obras, los frutos de la sabiduría alcanzada por nuestro corazón. Cuando despertamos a la idea de que somos seres espirituales, cambian nuestros valores y por fin podemos ser felices y estar en paz.


Autor desconocido

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