viernes, 25 de mayo de 2007

DESAPRENDER

La educación consta, sobre todo, de lo que hemos desaprendido.
Mark Twain



Seguramente alguna vez se habrá preguntado cómo llegó a ser la persona que es. Si viajamos por un momento a nuestro pasado y evocamos nuestra vida familiar, recordaremos la manera en que nuestros padres se comportaban; cómo se relacionaban entre ellos, con nosotros, los amigos, el trabajo; si eran o no sociables, alegres, amables... Es posible que en estas actitudes nos reconozcamos en mayor o menor medida. Y es que, aunque no somos conscientes de ello, nos construimos imitando comportamientos, formas de ser y de pensar.

Si en este momento hiciéramos una evaluación de nuestra vida, probablemente encontraríamos detalles o partes de nuestra forma de ser que podríamos cambiar o mejorar. Si reconocemos eso que no acaba de gustarnos de nosotros mismos e identificamos dónde aprendimos a ser así, qué nos llevó a comportarnos de tal o cual manera, y consideramos la posibilidad de deshacernos de ese aprendizaje, podríamos abrir nuevos caminos en la construcción de nuestra personalidad.

La hija preguntó a su madre cuál era la razón por la que le cortaba la cola al pescado para cocinarlo. La madre le respondió que era una antigua tradición familiar. La hija, curiosa, le preguntó a su abuela por qué en la familia tenían esta costumbre. La abuela respondió: cuando me casé tenía una cacerola muy pequeña en la que no cabía el pescado con cola, por eso se la cortaba.

Pasos hacia atrás

Desaprender equivale a desandar un camino recorrido varias veces. El surco está marcado y es difícil salirse de él. Para tomar otra dirección tenemos que regresar al principio y entonces elegir otro sendero. Nuestras neuronas hacen conexiones que nos llevan a actuar de una manera determinada. Eso fue lo que aprendimos y, con la repetición de esas conductas, las uniones se fortalecen. Para romper estas inercias hay muchos métodos; algunos apelan a nuestro subconsciente y otros a nuestra racionalidad. Lo interesante es el paisaje rico en opciones que nos revela la posibilidad de encontrar otras formas de ser y pensar.

Desaprendizaje reflexivo

Una alternativa para desaprender puede ser un método reflexivo.

· Lo primero que se necesita es identificar el problema o la situación que nos molesta. No es fácil darnos cuenta de qué es lo que tenemos que cambiar porque a veces las creencias o los hábitos que los producen se esconden o disfrazan. La mejor manera de hacerlo es reflexionando: ¿qué puedo mejorar de este aspecto?

· El siguiente paso es investigar en nuestra historia para definir de dónde viene y cómo se formó eso que queremos desaprender. Este análisis puede ser pensado o escrito.

· Una vez que lo tenemos claro, podemos desmenuzar nuestro hábito o creencia: de qué elementos está formado, qué lo provoca, para qué nos sirvió en su momento. Si dividimos algo en sus partes es más fácil abordarlo y modificar paso a paso.

· A veces no actuamos de manera diferente porque no sabemos o no somos conscientes de que existen otras formas de comportarnos. Para desaprender una conducta es necesario plantearse maneras alternativas de acción.

· En este punto ya podemos revisar qué sirve de lo que tenemos y qué puede sustituirse.

· Gracias a este análisis es posible hacer un plan con acciones concretas y ponerlo en práctica. Si cambiamos el pensamiento podemos cambiar la conducta.

Olvidar o desaprender

Olvidar es dejar de tener algo en la memoria. Cuando decimos que olvidamos algo es como si desapareciera: por más que buscamos no podemos encontrarlo. Eso nos pasa cuando no recordamos un teléfono o el nombre de alguna persona. Desaprender no significa borrar una creencia o conducta que solíamos tener. Se refiere más bien a analizar eso que hoy ya no es útil y con esa base construir un nuevo aprendizaje: no arrancamos de raíz, sino que utilizamos lo que sabíamos o hacíamos como experiencia y punto de partida.

Aprender a cuestionar

Desaprender es dudar de lo que consideramos como una verdad lógica y absoluta para poder evaluar y modificar creencias, actitudes, conocimientos o hábitos que nos impiden desarrollarnos y vivir plenamente. Si nos preguntamos el sentido o significado de muchas de nuestras acciones, podremos saber qué las genera y si son aplicables a nuestro momento actual. Así que cuestiónese periódicamente lo que hay detrás de sus actos; los aprendizajes y desaprendizajes deben ser frecuentes, pues el mundo cambia y nosotros con él.

Ejercicio

Piense en algún error o revés que haya tenido en los últimos días


· ¿Qué fue lo que hizo mal?

· ¿De dónde vino esa acción? ¿Qué la produjo? ¿Dónde aprendió a responder así?

· ¿Por qué cree que esta actitud le fue útil en algún momento? ¿Por qué la adquirió?

· ¿Cuáles son las partes que forman esa conducta?

· ¿De qué otras maneras pudo haber actuado? Piense al menos en tres alternativas positivas

· ¿Qué partes de ese comportamiento le son útiles y cuáles no?

· Haga un plan de acción para cambiar la manera de actuar que no le funciona

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enrique y todos: Precisamente el trabajo que hago en mi taller es para DESAPRENDER aquello que me hace sufrir, y es mucho más sencillo y directo, aunque el artículo es bueno y útil. Gracias, Brianda