viernes, 16 de marzo de 2007

FUNERAL

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:



















Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.

La agitación en el área deportiva era tan grande, que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velatorio.












Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:
¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso?, ¡qué bien que el infeliz murió!!
Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban saliva. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, ...cada uno se veía a si mismo.
Solo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TÚ MISMO!

Tú eres la única persona que puede hacer una evolución en tu vida. Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.

TU VIDA NO CAMBIA CUANDO CAMBIA TU JEFE, CUANDO TU EMPRESA CAMBIA, CUANDO TUS PADRES CAMBIAN, CUANDO TU PAREJA CAMBIA.
TU VIDA CAMBIA CUANDO TU CAMBIAS. ERES EL ÚNICO RESPONSABLE DE ELLA."

"Los tristes piensan que el viento gime, los alegres piensan que canta".

"El mundo es como un espejo que devuelve a cada persona el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia".

jueves, 15 de marzo de 2007

No todo es lo que parece...


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.
- Jorge Bucay

miércoles, 14 de marzo de 2007

EFECTO "J"


Creí que empezaba a ser coach, que estaba incorporando las "preguntas poderosas", que en breve lo dominaría todo... Llego a una clase de J y salgo lleno de humildad, con muchas horas de estudio pendientes además de miles de horas de observación y millones de horas de prácticas por hacer.

Gracias J por devolverme a mi verdadero estatus de estudiante!

lunes, 12 de marzo de 2007

Cuento Sufí



El genio, recién liberado le dijo al pescador: - Pide tres deseos y te los daré. - Me gustaría - dijo el pescador - que me hicieses lo bastante inteligente como para hacer una elección perfecta de los otros dos deseos. - Hecho - dijo el genio - ¿cuáles son los otros dos? - Gracias. No tengo más deseos


sábado, 10 de marzo de 2007

EL Elefante Encadenado

El elefante encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el
elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el
elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Fragmento de "Dejame que te Cuente" (Jorge Bucay)

viernes, 9 de marzo de 2007

Las Máscaras (Amado Nervo)

LAS MÁSCARAS

C
ada año pone en tu faz una máscara
Este, alegre; aquél, otro triste; el venidero, gesticulante y ridículo.
Cada año pone en tu máscara, y se va ...
Pero tu yo impasible, el que sólo conocen los dioses,
sabe que él no es la máscara;
que él ni sonríe, ni llora, ni gesticula.
Tu yo, al verse en el espejo a través de las ventanas cada vez menos luminosas de los ojos,
se dice a sí mismo:
"He aquí el antifaz nuevo que me ha puesto la vida",
... Y sigue pensando en otra cosa.
Muchas de tus máscaras han quedado por largo tiempo en las fotografías.
Durarán más de lo que merecen.
Pero ninguna ha sido en ningún momento la expresión exacta de tu yo.
Que esto te enseñe a buscar en los hombres la fisonomía interior, la fisonomía escondida.
Alguna vez podrás decir: ""aquí hubo un ángel y yo no lo sabia".


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De casualidad llegó a mis manos esta poesía de Amado Nervo de su libro Plenitud
( http://es.geocities.com/biblio_e_nervo/plenitud.doc ), fué en febrero, justo después del carnaval ¿otra casualidad?, y tuve la suerte de que me la leyera Gustavo Bertoloto, con su voz grave y argentina, consiguiendo si cabe un mayor impacto.
Cada año, cada situación, nos pone una máscara que a veces ni siquiera elegimos notros.
¿Somos esa máscara, ese rasgo de nuestra personalidad?
Según la etimología tradicional de persona, la palabra viene de personare ‘resonar’ y alude a la máscara que los actores usaban en el teatro antiguo. Esta máscara tenía un orificio a la altura de la boca y daba a la voz un sonido penetrante y vibrante: personare ‘resonar’. Así pues, persona significaría primero ‘máscara’, ‘papel del actor’, ‘carácter’ y finalmente ‘persona’.

Amado Nervo habla del yo impasible, del que está detrás de la máscara casi como un observador del teatro de nuestra vida, ese yo esencial que otros llamaríamos alma y que es mucho mas que una mera resonancia. Si lo piensas, verás cómo a veces somos propietarios de una máscara que nos hace prisioneros y de la que es muy difícil escapar, pero que nos obliga a actuar de maneras que no son las mas favorables para nosotros ni nuestro entorno.

Yo sigo en la búsqueda de mi yo impasible y del mundo al que pertenece, quizás consiga que esa luz se escape por los agujeros de la máscara y poder ver el escenario con otra perspectiva, quizás la luz vaya hacia adentro y pueda alcanzar "la iluminación". Mientras tanto estaré muy atento a los ángeles que hay aquí y que aún no he descubierto ¿serás tú uno de ellos?.

ECB

jueves, 8 de marzo de 2007

en el Camino de Santiago...

...me encontré este cartel a la salida de Triacastela (Lugo):